La Parka Mister Jack: el clásico que nació de un error.
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Hay historias que empiezan con un éxito… y otras, como la nuestra, con un error.
Así nació la Parka Mister Jack, una prenda que terminó definiendo nuestra identidad como marca.

Hace más de diez años, cuando Mister Jack apenas era una idea, soñábamos con crear una marca para hombres y mujeres inspirada en Bogotá: una ciudad que te exige estar lista para todo. Nuestro primer diseño fue una parka con compartimientos secretos, capota removible y forro en peluche. La hicimos en cuatro colores: negro, vino tinto, azul oscuro y verde, no más de 30 unidades, con una confección impecable. Pero algo faltaba.
A la gente le gustaba… pero no la deseaba.

Después de un año, vendimos las últimas unidades en descuento y pensé que era el final de la historia.
Años después, sin planearlo, me hice una chaqueta solo para mí: amarilla mostaza, con peluche blanco por dentro. Tenía errores en el molde, pero una personalidad única. Cuando la usé por primera vez, todos me preguntaron por ella. En ese momento entendí que el error no había sido el diseño, sino no atreverme a usar color.
Volvimos a intentarlo. Hicimos una pequeña producción en amarillo mostaza y verde esmeralda… y se agotó más rápido de lo que imaginamos.
En 2018 llevamos las parkas a la Feria EVA. Teníamos 100 unidades y, para el segundo día, ya no quedaba ninguna. Las personas hacían fila para probárselas y dejaban pedidos. Ese fin de semana entendí que una prenda puede contar una historia mejor que cualquier palabra.

Desde entonces, la Parka Mister Jack se convirtió en nuestro producto insignia. Ha evolucionado en moldes, materiales y detalles, pero mantiene su esencia: ser funcional, cómoda y atemporal, perfecta para el clima cambiante de Bogotá y para mujeres reales que se mueven, trabajan y disfrutan su día a día.



Hoy, más de una década después, sigue siendo nuestro producto más pedido y, sinceramente, una de las razones por las que Mister Jack sigue existiendo.
Porque a veces los errores no son fracasos, sino el comienzo de algo mejor.
Y esta Parka, nacida de un tropiezo, nos enseñó a escuchar, a arriesgarnos y a crear con propósito.